Hablo del rollo propagandístico que disparó el macrismo sobre la inmigración y otras sandeces del estilo...
Al respecto publicábamos este comentario que pretendo ampliar.
Diré entonces que a mi óptica existe toda una comunidad de personas cuyas ambiciones solo pueden ser satisfechas en detrimento de las necesidades del resto de la población; sus escribas la llaman "la clase alta" otros mas correctamente hablan de "la oligarquía" y yo preferiré el mas coloquial termino (que me enseñó mi viejo) los bacanes hijos de puta. Para poder sentirse bien en ese rol de eternos cagadores, los bacanes hijos de puta, desarrollaron la estrategia de odiar a los que a un tiempo cagan olímpicamente en cada una de sus acciones.
Odian entonces: a los mediopelos, que ingenuamente sueñan sentarse a su mesa y a tal fin son capaces de casi todo; odian aun mas a los laburantes que hacen todas las cosas que ellos no pueden o no quieren hacer; odian todavía mas a esos otros laburantes, mas oscuros, que con lo que hacen los llenan de oro y odian, todavía muchísimo mas, a esos que sueñan simplemente con ser laburantes, y cuya sola existencia "regula" (siempre pá abajo) el costo de todos los anteriores.
Los mismos escribas de la bacaneria que los coronaron "clase alta" inventaron a su vez toooda una clasificación en diversas estaturas de estas "clases" con lo que lograron que muchos se sintieran parte de un aparato, -en lugar de ver el palo cada vez mas hundido en su propio culo.
Y un dia llego el Néstor; lo del Néstor es sencillo: mas guita, mas dignidad, mas historia, mas seguridades, mas poder, mas reparto, para mas gente.
Y así todos empezamos a ser mas felices, y eso estuvo mejor que bien; mas tipos y minas laburando, mas pibes en las escuelas, mas viejos con mas salud, mas dignidad, mas, mas, mas...
Pero en las cabezas de muchos de nosotros se quedó esa vieja clasificación de las estaturas que tan bien le cae al pituco de mierda; y entonces, muchos de los que empezamos a vivir mejor, creímos que "pasamos" a la siguiente estatura, y muchos, pero muchos de nosotros compramos las falacia de pertenecer a una supuesta "clase media", y a poco de creérnosla, compramos también muchas de las taras de estos sectores; de aquellos que suspiraban lineas atrás por las migajas de la mesa del bacan, de aquellos que en un afán imitativo de sus héroes, copiaron la puta lógica del odio. Sin darnos cuenta que desde un principio somos nosotros los destinatarios originales de ese odio, los laburantes, que no dejamos de serlo por el solo hecho de poder acceder a un lavarropas, un aire acondicionado, o una semanita en Carlos Paz.
La clase media las pelotas, estamos nosotros los que vivimos de nuestro trabajo, y están ellos, los que también viven de nuestro trabajo, y si ellos odian a alguien, entonces preguntémonos inmediatamente si lo lógico no seria hacerse amigo de ese alguno, ya que nos odian los mismo, y nos forrean los mismos, y nos achacan los mismos todos los dias.
Siempre habrá alguno que cuando oiga hablar de fifty/fifty se crea que le van a sacar el rastrojero, pero boludos hubo siempre, lo que hay que intentar es que nos seamos todos...