Hoy un pibe de 23 años termino por pagar las cuentas de un laburo de escenografía política que se viene gestando desde varios sectores, por unos actores conocidos y que siempre que combinan sus facultades logran un resultado similar, que haya personas muertas.
Dije recién que esto es el resultado de algo que se estuvo gestando…
Dolorosa elección de palabras, pero –creo- acertada. Se trata de un (ya viejo) grupo que se dedico a eso, a gestar la muerte.
Grávidos de muerte están los Duhalde, que cada vez que asoman la cabeza es para arrancarnos a alguien de un mordiscón.
Grávidos de muerte están los que azuzan a su mercenaria jauría, devenida en combativa frente a pibitos desorientados, pero que se callaron cuando el vendepatria les llenaba los bolsillos.
Grávidos de muerte están los medios, vampiros de sangre hermana, que lograron por fin el tan buscado cadáver, y repiten en cadena las imágenes de la agonía de este militante. La sangre militante (impacientemente esperada estos últimos años) es la que mejor sabe a estos exigentes paladares.
Y cebando a esta manada: …un partidejo… esperando comprar –una vez mas con sangre- un minuto fugaz de existencia política, demostrando que la pelotudez sigue siendo peligrosa.
Y ahí están los actores; el bicho tenia cuatro patas, orejas y maúlla; el bicho es un gato…
Nosotros no queremos muertos, no los esperamos impacientes, no los generamos con militantes ni con policías, todos y cada uno de los que abrazamos la causa nacional en esta obra en construcción que es el Kirchnerismo, vivimos con un dolor indecible la noticia de la muerte de este argentino, de un partido con el que estamos lejos de comulgar, pero que creemos que debe gozar de todas las libertades de la democracia.
No hay en todo el movimiento nacional nadie –si lo digo con esta clara seguridad NADIE- que no repudie este suceso. A la corta se encontraran a los responsables, se los encanará como corresponde a un gobierno popular, pero eso no le va a devolver a Mariano ni uno de los días que le robaron.
1 comentario:
Con dolor, mucha rabia, coincido con el diagnóstico: esto se viene gestando desde hace tiempo. Una reacción ante el avance de la participación y protagonismo popular.
Y no importa quiénes pagan, cuánto sufrimiento lleve este rédito que pretenden obtener. Porque el llanto y las pérdidas son ajenas.
Publicar un comentario