lunes, 5 de marzo de 2012

Ala ala, blancas palomitas...


Tres horas y pico de discurso de la compañera presidenta me dejan sin posibilidades honestas de hacer ningún comentario, lo que debía ser dicho, ha sido dicho de la mejor manera posible por el mas sólido cuadro político que yo haya conocido y solo nos queda la claridad, las certezas y un profundo orgullo de ser parte de los que trabajamos día a día para que todos podamos seguir disfrutando (para muchos por primera vez) la felicidad de construir nuestra patria.
Decía que no tengo comentarios para el discurso de cristina, pero si espero poder hilar una somera reflexión respecto de algunas respuestas que suscitó uno de los pasajes de aquella magistral clase de política.
Me refiero al tema de los docentes, los trabajadores de la educación y la educación publica. Como primera medida, la presidenta demostró mas allá de cualquier duda que de “mal informada” no tiene ni una sombra; les disgusto aquello de los tres meses de vacaciones, pero que les disguste que les muestren las ventajas de su oficio (uso el termino oficio y es a propósito) no quita que las tengan, ya que mas allá de que a veces sea necesario “recuperar” días perdidos tienen dos mese de vacaciones en verano y por las dudas medio mas en invierno.
¿Hablo desde la envidia?
Si, por supuesto, soy empleado de comercio, tengo vacaciones 10 días hábiles por año y unos pocos feriados que gracias al gobierno popular ahora se agrandaron un poco. Les molestó que dijera que laburan cuatro horas, pero cuando andan esgrimiendo sus “cargos testigo” para mostrar que ganan poquititititito, lo hacen por cargos de 4 horas; dicen que hay trabajo afuera de la escuela que nadie les paga, si el sueldo inicial por cuatro horas es de casi tres lucas, ¿no se sienten pagados? Viven según un régimen de estabilidad laboral envidiable para cualquiera, ya que un cargo titular es tan propio como si fuera la misma casa, es al revés la cosa, hay tanta estabilidad que cuando hay un mal docente, hay que fumarselo como si fuera el dueño del aula.
Dije “Dueño del aula” y por allí es que va este intento de reflexión, por que de clarificar quien es “dueño del aula” saldrá –si la hubiere- la conclusión que realmente me interesa; conclusión que adelanto tendenciosa ya que me declaro aquí y ahora amigo de la educación publica, laica, gratuita, obligatoria y exclusivamente publica.
Ahora los invito a tratar de buscar quienes son los “dueños del aula” y quienes deberían ser. Para quienes nacimos a la militancia política allá por los años noventa, la educación publica esta lejos de jugar un papel menor en nuestra formación, muy por el contrario, su defensa fue durante mucho tiempo uno de los principales motores (si no el principal) de nuestros quehaceres militantes, combatir el proceso de degradación que prohijó el Banco Mundial -respecto de la educación-mediante ordenes que bajaba constantemente para ser aplicadas sin anestesia en la busca de estupidizar al estado, de sacarle su rol rector respecto de la educación de los ciudadanos, lograr que medrara (como efectivamente lo hizo) una educación privada (privada de control) pero financiada por el estado, ups! momento, esto ultimo fue un grosero error, diré: las empresas del rubro comercial “educación” fueron las financiadas en su funcionamiento y en sus ganancias por el estado; pero sigamos, la defensa de la escuela publica, de la universidad, la oposición a las leyes de desmembramiento y venta por lotes del sistema educativo del país, la oposición desesperada a que nos cerraran nuestras escuelas, a que las transformen en sucursales de Mc Donalds o Disney, no era una mera defensa de un status quo pretérito, la educación que se estaba destruyendo era ya por aquel entonces una educación de mierda, llena de docentes y directivos puestos a dedo por la dictadura, con planes del año de jopo, que se paraba frente a sus alumnos supliendo autoridad con represión…
Esa escuela publica, a la que defendimos con denuedo, era una soberana bosta, y la desgracia es que lo sigue siendo y lo sigue siendo por que debido a mil de esos motivos que hacen a “lo político” aquella lucha por la defensa de la educación, viro hacia una lucha por la defensa de los derechos y condiciones de trabajo de la planta docente, que era ya por entonces un conjunto humano (estoy haciendo una generalización tremendamente injusta) reprobable y que no ha cambiado demasiado en estos últimos años. Entiéndase correctamente, no se puede estar en contra de que ningún trabajador (tenga el copete lo alto que lo tenga) reclame por sus derechos, en tanto los trabajadores de la educación se entienden como trabajadores (suceso no tan nuevo y que valoro positivo) los asiste el inalienable derecho de velar por sus intereses; el problema arranca cuando esos interese se pretenden fundar en elementos ajenos a la lucha gremial, como lo es el universal derecho a la educación.
Digo esto por que me siento personalmente defraudado por esta lógica que a grandes rasgos determina que: “para que triunfe la educación publica es menester que la profe de contabilidad cambie el auto una vez por año”…
Tantos años de lucha por la educación publica lograron en cambio que se consolide el poder gremial de los docentes, hoy, efectivamente ganan muy buena guita si los comparamos con casi cualquier rubro u OFICIO. Pero ahora que el salario docente es mucho mas que digno, ahora que la lucha debería ser por lo que falta, por lo que los mismos docentes nos prometieron (a la sociedad) que vendría en cuanto su dignidad estuviera asegurada; no, ahora nada, ahora seguimos con huelgas, con licencias, con jornadas, con berretines, con complicarle la vida a los pibes con su burocracia de mierda, con su otaria pose de tiranuelo de escritorio.

Sigo aclarando mi posición personal, siento un enorme cariño por muchos docentes amigos y maestros; amo y convivo con una profesora; intente serlo (incluso) en alguna época; pero no puedo dejar de ver la casta oligarquizada que son en la cruel realidad…

La escuela privada tiene dueños, los tiene con titulo de propiedad y escrituras, justamente por eso no la queremos, pero la escuela publica debería ser eso, publica; pero el dueño de esa escuela no es “lo publico” sino “los docentes”; fue un error muy grave de nuestra sociedad dejar algo tan importante como la educación en las manos de los docentes.
El caso es que –aunque suene a una barbaridad, una rareza o una fachistada- la escuela tiene un fin exclusivamente social, quedaría muy lindo aquí decir que los destinatarios de la escuela son los alumnos, pero no, tampoco seria correcto, los alumnos asumen una responsabilidad cuando asisten a la escuela, la responsabilidad de ejercer el derecho irrenunciable a educarse, la obligación de ejercer ese derecho.

Los alumnos son parte, pero no son el fin -el telos- de la escuela; no lo son tampoco las familias; ni siquiera la felicidad de esas partes es el motivo de la escuela; sino la construcción de una sociedad, de una Nación.
El tema es que los alumnos mal que mal cumplen con esa responsabilidad, a los ponchazos, pero hacen los esfuerzos que la sociedad les muestra pertinentes para cumplir su parte, pero en general terminan chocando contra esta enorme casta de burócratas que no contentos con exigirles disciplinas (que no estarían ellos dispuestos a seguir) los tratan día a día con un menosprecio y desde una pose de superioridad hija directa de del profundo desprecio que el clasemediero siente por aquellos que “NO PAGAN”

Porque ni los burocratoides ni las maestritas hippies vegetarianas de ADEMYS son el correcto botón de muestra de este universo, son sus representantes corporativos, pero el espíritu de cuerpo nunca debería ser equiparado ni llamado a reemplazar a la conciencia de clase…
Si, decíamos, los pibes van a la escuela, les guste o no terminan yendo, y por las dudas existe un estado que esta tomando todos los recaudos necesarios para que las escuelas se llenen de pibes y estos hacen una papel cada vez mejor, aprendiendo y superando a sus padres y abuelos.
Una vez mas; si el estado cumple con su parte, si los pibes cumplen cada vez mejor con la suya, si existe un proyecto de verdadera recuperación y mejoramiento de la escuela ¿Qué es lo que pasa, que nuestra cada vez mas populosa clase media, apenas puede, saca a sus hijos de la educación publica y los manda a que los curas les den por popa?
Pasa que la escuela publica es una escuela para bacanes, para bacanes que no necesitan laburar, y que cada vez que a la hipie vegana de la maestra se le ocurre hacer paro pueden ir a pasar el día al Italpark… …o para muy pobres, que con solo soportar estoicamente la cara de desprecio de las gordas milicas que les completan “la libretita” pueden acceder a una errática rutina escolar; total si tienen como 50 hijos y cobran $180 por cada uno se ganan como $9000 mangos solamente por hacerse follar.
Desmistificar (como dijo la compañera presidenta) el camuflaje progre de “los docentes” es una tarea largamente aplazada, pero indispensable, si lo que queremos es una educación que sea cimiento para la Nación que estamos construyendo, en lugar del kiosco de curas, empresas, hippies perezosos y viejas fachas que cincuentaipico de años de gorilismo nos lego…

Fernando Luis

1 comentario:

PATO dijo...

VAYAN DOCENTES A HACERLE EL CALDO GORDO A MACRI, SEGUI BARADEL HABLANDO MAL DE LA EDUCACION ARGENTINA EN LA CNN, SIGAN ASI, PERO DE LABURAR NI HABLAR !!

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